El maíz es una planta que lleva cultivándose desde hace, aproximadamente, 10.000 años por los pueblos indígenas del centro de México. Llegó a Europa en el siglo XVII y desde entonces su cultivo y consumo se han extendido por todo el mundo.

Tanto es así, que se trata del cereal con el mayor volumen de producción en todo el mundo, por delante de productos tan básicos como el trigo y el arroz. Debido a esta enorme popularidad, hay una gran cantidad de plagas y enfermedades que se han adaptado a esta planta. En este artículo te enseñamos cuáles son la enfermedades del maíz.
 

Esta es la enfermedad más común en los cultivos de maíz, extendida por casi todo el mundo. Se muestra en las hojas, que dejan ver manchas de coloración amarillo por ambas caras, y acaban volviéndose de tonos entre rojos y negros. Combatir y controlar la roya en el maíz una vez aparece es muy difícil, por lo que habitualmente se eliminan las plantas afectadas y se toman medidas para evitar que esta llegue al cultivo, como el uso de variedades resistentes a la misma.
 

Se trata de un hongo que se introduce en la planta y hace daño de forma sistémica. No es posible localizar al hongo carbón espiga hasta que la planta crece y muestra sus espigas, que aparecen negras y deformadas. Este hongo en el maíz se combate con la aplicación de fungicidas.
 

 

La podredumbre puede aparecer tanto en el tallo como en las raíces de la planta y, normalmente, se debe a agentes bacterianos que producen zonas negras en las partes afectadas. Además, suele aparecer cuando el riego o la humedad son excesivos. Estas bacterias provocan la reducción de la cosecha y hasta el marchitamiento de la planta entera. Lo mejor para controlar la podredumbre es vigilar bien los niveles de humedad, tanto ambiental como por el riego, y asegurar un buen drenaje del terreno para evitar encharcamientos de agua.
 

Provoca las hojas amarillas en el maíz, dejando los nervios de las mismas muy visibles y reduciendo considerablemente el crecimiento y desarrollo de la planta, la única medida posible es elegir variedades de maíz resistentes a estos virus y deshacerse de las plantas afectadas, siempre cubriéndolas en bolsas para evitar la propagación de las esporas en su transporte.
 

 

Aparte del carbón espiga, hay muchas variedades de hongos que pueden atacar al maíz. Una muy buena opción ecológica para combatirlos es mediante la rotación de los cultivos y el uso de variedades resistentes ayudan mucho a mantener esta amenaza a raya.
 

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